viernes, 13 de marzo de 2015
La UNASUR al borde del abismo
La UNASUR al borde del abismo
Este Miércoles se conoció que la reunión de cancilleres de
la UNASUR programada para el día siguiente en Montevideo había sido
postergada y que la misma recién tendría lugar el próximo 23 del
corriente. Afortunadamente, el presidente Rafael Correa decidió enmendar
tamaña insensatez y convocar a una reunión extraordinaria de
cancilleres en la sede de la UNASUR, en Quito, mañana Sábado. La
postergación de ese cónclave en medio de una crisis de gran magnitud no
sólo fue sorprendente sino extremadamente preocupante. Quiere decir que
los gobiernos sudamericanos o bien no han percibido la gravedad de la
amenaza contenida en la orden ejecutiva de Barack Obama o, peor aún, lo
percibieron pero no tienen voluntad política de perturbar con sus
escrúpulos morales o políticos (si los tuvieran) los designios
imperiales. Y esto pese a que Washington ha optado por escalar los
ataques al gobierno bolivariano embarcándose en un curso de acción que
viola por enésima vez la legalidad internacional agrediendo a un país
que -como todos los de Nuestra América- no tiene posibilidad alguna de
quebrantar la seguridad nacional de Estados Unidos.
¿Qué esperan para actuar los gobiernos de la UNASUR que
aún permanecen en silencio o limitándose a expresar un casi inaudible
reproche? ¿Se aplicaría aquí aquel aforismo que dice que “quien calla
otorga”? ¿Cómo no reaccionan de manera inmediata –tal como para su
dignidad lo hicieron Quito y La Paz- ante la durísima amenaza proferida
por el insólito Premio Nobel de la Paz 2009? Está muy bien que los
cancilleres se reúnan este Sábado pero, ¿para cuándo citaría la UNASUR
la cumbre de presidentes de la región, única instancia que haría resonar
con fuerza la voz de Sudamérica en Washington? ¿O es que algún
gobernante acaricia la ilusión de resolver esta crisis en la Cumbre de
las Américas que debería tener lugar en Panamá entre el 8 y el 10 de
Abril del corriente año, cuando para ese entonces tal vez Estados Unidos
haya bloqueado los puertos venezolanos, establecido una zona de
exclusión aérea o desatado una ola de atentados terroristas en
Venezuela, apelando a los métodos utilizados antes en países como Cuba,
Chile, Nicaragua y Granada, para citar sino algunos pocos casos que se
nos vienen de inmediato a la memoria? Insistimos en eso que “debería
tener lugar en Panamá” porque, de persistir esta amenaza o en caso de
concretarse un ataque en contra de Venezuela no tendría ningún sentido
que nuestros presidentes acudieran a esa cita para brindar por la paz y
la seguridad de las Américas mientras el emperador está empeñado en
destruir a un pueblo hermano.
La respuesta de la mayoría de los gobiernos del área ha sido vacilante y dilatoria
Retomando el hilo de nuestra argumentación recordemos que si en 2008 y
en 2010 las intentonas golpistas en contra de Evo Morales y Rafael
Correa fueron desbaratadas se debió a que ante tales amenazas los
presidentes sudamericanos fueron convocados y se reunieron en cuestión
de horas en Santiago y Buenos Aires, declarando que no admitirían ni
convalidarían gobierno alguno surgido de un proceso de
desestabilización, tipo “golpe blando”, al margen de la normativa legal y
constitucional vigentes en Bolivia y Ecuador. Pero ahora, cuando la
región se enfrenta a un ultimátum norteamericano –pues no de otra cosa
se trata la orden ejecutiva de Obama- la respuesta de la mayoría de los
gobiernos del área ha sido vacilante y dilatoria. Cabe preguntarse por
las razones de esta conducta suicida. Algunos aducirán que dado que no
parece haber consenso dentro de la UNASUR es mejor esperar. ¿Esperar qué
cosa? ¿Que el imperio haga su próxima movida en el ajedrez geopolítico
regional, que seguramente no será solamente verbal, luego de lo cual
podría ver la luz un acuerdo para lamentar los daños causados y las
vidas perdidas por la prepotencia imperial? ¿O es que piensan que en
este fatídico ajedrez de la guerra los poderes reales de Estados Unidos,
esos que nadie elige ni que a nadie rinden cuenta, no han pensado ya
las sucesivas movidas que harán en el tablero regional?
En términos políticos la pasividad de la UNASUR
significa que los “caballos de Troya” que medran en este organismo para
neutralizar su accionar se saldrán con la suya, imponiendo gracias a la
regla de la unanimidad y su capacidad de veto la indiferencia o el
mutismo ante la más seria amenaza proferida por la Casa Blanca en contra
de un país de América Latina y el Caribe en décadas. De ser así los
“proxis” de Estados Unidos dentro de la UNASUR le ocasionarían una
parálisis que progresivamente la conduciría a su inexorable defunción
institucional. Si ese llegase a ser el curso de acción los gobiernos que
dicen ser solidarios con Venezuela se enfrentarían a dos alternativas:
quedarse en el Lecho de Procusto tendido por los peones del imperio en
la región y, de ese modo, legitimar con el silencio de la UNASUR la
embestida de la Casa Blanca; o dar un paso al frente sin más demoras,
para no convalidar con el quietismo de la organización la agresión
norteamericana que, huelga decirlo, no es sólo contra el gobierno
bolivariano. Que nadie se engañe: el derrocamiento de Nicolás Maduro se
enmarca en un plan mucho más general con el que Washington intentará
redibujar el mapa sociopolítico de América Latina y el Caribe. La
agresión a Venezuela desencadenaría un “efecto dominó” que, más pronto
que tarde, arrasaría con todos los gobiernos de izquierda y progresistas
de la región. Si no se lograra un consenso en la UNASUR
para repudiar y rechazar los designios de la Casa Blanca entonces la
crisis iluminará con potentes luces la escena política regional y
permitirá discernir cuáles son los gobiernos que de verdad apoyan al
proceso bolivariano en Venezuela -y, por extensión, a las luchas
emancipatorias de toda Nuestra América- y cuáles lo hacen de la boca
para afuera, mientras el imperio no emita una orden en contrario. Los
primeros salvarán su honor como patriotas latinoamericanos; los otros,
por su indiferencia, silencio o cobardía, se hundirán para siempre en la
deshonra. En pocos días sabremos quienes están en uno u otro lado.
jueves, 12 de marzo de 2015
miércoles, 11 de marzo de 2015
Ricardo Sánchez pide otorgar poderes especiales a Maduro
Este joven diputado de la derecha,esta demostrando con su actuar y decir,que todo no esta perdido en la oposicion;no creo yo que su discurso obedezca a posiciones oportunistas,ya que el momento que la patria vive es extraodinario en lo que respecta a la amenaza del imperio a la patria de Bolivar.Los venezolanos patriotas que somos la mayoria,tanto en la oposicion como en la Revolucion,no podemos permitir por diferencias politicas que la patria sea invadida por la planta insolente del gringo;esta posicion asumida por este joven diputado,debe ser la posicion que asuman todos los jovenes de la patria,opositores o,no opositores, todo el pueblo venezolano debe salir a reafirmar su posicion en defensa de la patria ante la amenza del Imperio E.E.U.U.
(Consideramos que este es un video digno de publicar en nuestro blog)
ecos@radio.org.
Jesus Rodriguez
martes, 10 de marzo de 2015
domingo, 1 de marzo de 2015
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