jueves, 15 de noviembre de 2012

La Seguridad Anticiclones llego de Venezuela



La seguridad  Anticiclones llegó de Venezuela
Desde: La Isla de Cuba
Por Ramón Barreras Ferrán
Varias pruebas impuestas por la naturaleza permiten asegurar que las petrocasas llegadas a Cuba desde Venezuela resisten los fuertes vientos que acompañan siempre a los ciclones.

En septiembre de 2008, apenas tres meses antes de cumplir su primer año, el reparto Simón Bolívar, en la periferia de la ciudad de Cienfuegos, ubicada en el centro-sur de la Isla, con 104 viviendas de ese tipo, sufrió el embate del huracán Ike.

Los agoreros habían anunciaban por diversos medios de comunicación que no resistirían los embates de una tormenta. Sin embargo, cuando llegó la calma, quien escribe estas líneas pudo comprobar en el propio sitio, que solo fue levantado el techo de una, debido a un error humano en el montaje de las vigas que sostienen la cubierta. Las restantes “Hadas del petróleo”, como me gusta llamarlas por el color blanco de las paredes y la belleza que las caracterizan, estaban intactas.

Ahora, el paso del huracán Sandy por el oriental territorio de Santiago de Cuba evidenció de nuevo que son capaces de soportar rachas de viento con velocidades muy considerables y permanecer en pie, mientras en sus alrededores otras construcciones, algunas de ellas aparentemente más fuertes, resultan afectadas.

No obstante, es prudente “poner la teja antes de que caiga la gotera”. La vivienda más resistente ante cualquier fenómeno meteorológico siempre será la construida con acero (cabillas), cemento P-350, piedra y arena adecuadas, estructuras de hormigón en las paredes y cubierta fundida con los mismos materiales.

Pero, ¿cuánto cuesta? No es económicamente posible para un país pobre como Cuba ejecutar grandes inversiones con esas características a fin de acoger múltiples familias de una sola vez.

Las petrocasas son edificaciones hechas con una mezcla polimérica extraída del petróleo (PVC: Policloruro de Vinilo), por una fábrica estatal en el estado venezolano de Carabobo.      

Ese tipo de tecnología reúne dos requisitos esenciales: fortaleza y costo relativamente barato. Las estructuras de PVC, de excelente terminación, se rellenan con hormigón, el que les aporta una fortaleza notable. Los cimientos le confieren el anclaje adecuado y el techo, a dos aguas, si se extrema el cuidado en su montaje, también resulta seguro.   

Diversas medios escritos y en Internet han reiterado que “pese a las acusaciones, sobre todo de la oposición Venezolana al gobierno del presidente Hugo Chávez, de que los componentes químicos podrían causar daños a la salud, los diseñadores sostienen que su estructura es de alta tecnología y no contiene ni emana sustancias tóxicas, ni cancerígenas, incluso bajo las fuertes temperaturas tropicales que existen en Cuba”.

Quienes residen en el distrito Simón Bolívar, próximo al vial que una a la ciudad de Cienfuegos con la refinería de petróleo Camilo Cienfuegos, administrada por una empresa mixta cubano-venezolana, han afirmado de manera reiterada que en el interior de las petrocasas la temperatura se mantiene agradable, las paredes siempre están limpias y no son, como algunos afirman, pequeñas. Las “Hadas” cienfuegueras tienen tres habitaciones, dos baños, sala, cocina, comedor, portal y patio. La durabilidad estimada, con un mantenimiento mínimo, es de 100 años.

Y a la satisfacción de “tener un techo” se les une la seguridad de que al paso de un huracán, todos estarán seguros y protegidos, gracias a mano solidaria extendida desde Venezuela.

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