por Pedro Ibañez
Caracas, 10 Jun. AVN.- En el universo de la historieta o cómic dos personajes populares alcanzaron en junio de 2014 sus 76 años como estereotipos de la ideología capitalista dominante, Superman y el Pato Donald, dos protagonistas que en su propia cosmogonía encarnan un fin último: la defensa de la propiedad privada y el estilo de vida americano.
Sobre la historieta, el ensayista y filósofo Ludovico Silva resalta la característica de que su forma ideológica consiste en el mensaje oculto que está en los "supuestos" sobre los cuales se desarrollan sus argumentos."Se da por supuesto que el chino, mientras sea comunista, será malo; el norteamericano, salvo que sea comunista, será bueno", expone en su libro Teoría y práctica de la ideología (1971).
Silva destaca que la influencia del cómic se acentúa especialmente en los niños a quienes se les convence de que "la raza blanca es la mejor, de que las agencias de inteligencia yanqui están para cuidar el orden del planeta, de que los barbudos de verde oliva son peligrosos en tanto que es normal un individuo como El Fantasma, con overol y traje de baño en plena selva africana".
Superman y la propiedad privada
La historia de Superman ha sido una de las más divulgadas a través de un sinúmero de historietas gráficas, series de televisión y películas. Comienza con su llegada de otro planeta (Kripton) —aunque no es exactamente un extraterrestre— a la tierra del "sueño americano", Estados Unidos, específicamente a una granja de Kansas, para casualmente, al ritmo de su pubertad, descubrirse como un ser "humano" y superior que defiende "la justicia, la verdad y el estilo de vida americano".
Este personaje encarnó inicialmente el símbolo de la lucha del "espíritu americano" contra la amenaza comunista y nazi y a la vez personificó el sistema de vida capitalista. "Un sistema que, como tal, puede realizar todas las hazañas de Superman: transformar un diamante en carbón, dividir el átomo, surcar los aires siderales, hacer y deshacer ciudades en un instante", describe Ludovico Silva.
Umberto Eco, por su parte, en el libro Apocalípticos e integrados (1965), realiza un análisis del personaje y concluye que protagoniza historias donde se expresa la vieja lucha del bien contra el mal, representado en cualquier amenaza alienígena o villano del bajo mundo, sin embargo, en su línea argumental "la única forma visible que asume el mal es el atentado a la propiedad privada”.
Donald y sus servicios al capitalismo
En el caso del Pato Donald, la historia es más sencilla. Viste de traje de marinero, es malhumorado, tiene una novia (Daisy), tres sobrinos (Huey, Dewey y Louie) y un tío avaro (Rico Mc Pato), quienes protagonizan historias en las que se caricaturiza la obsesión compulsiva por el dinero y el servilismo ante la riqueza.
Donald es enemigo del trabajo, pero hace lo que sea por complacer a su Tío Rico, quien lo humilla constantemente en medio de su obsesión por el símbolo del dólar, lo que puede entenderse como el adormecimiento de la lucha de clases al servicio del afán monopolista."Lo que subyace aquí es el hombre que se hace rico a costa de la miseria de otros, que es el signo de toda sociedad y toda relación humana basada en el tráfico de mercancías", explica Ludovico Silva.
De esta manera, lo que debería ser la caricatura de la sociedad termina transformándose en un elemento ideológico al servicio de los intereses de dicha sociedad, expone el autor.
Ariel Dorfman y Armand Mattelart expresan en su libro Para leer al Pato Donald (1972) que estas historias de Disney transmisoras de ideología representan "el modo en que los Estados Unidos se sueña a sí mismo, se redime, el modo en que la metrópoli nos exige que nos representemos nuestra propia realidad, para su propia salvación”.
Privados de su propiedad
Superman y Donald nacen en 1938, el 1 y el 9 de junio respectivamente, y su parto fue caracterizado por lo que suele ocurrir con algunas ideas en el mundo de la libre competencia: sufrieron el anonimato de sus verdaderos creadores.
Superman fue creado por los adolescentes Jerry Siegel, estadounidense, y el canadiense Joel Shuster. Al comienzo les pagaban 200 dólares por tira, que era sindicada en 230 periódicos y para 1940 era una historieta que reportaba 950.000 dólares anuales.
Con estas ganancias Detective Cómics (DC Cómics) negó los derechos a sus autores y registró al personaje como símbolo comercial y de los valores de la sociedad estadounidense.
En el caso del Pato Donald, sus creadores fueron Art Babbit y Dick Huemer, quienes quedaron en el olvido, bajo la firma Disney, que se llevó el premio Oscar en 1943 con el corto animado Der Fuehrer' s Face en el que parodia al régimen nazi de Adolfo Hitler a través de una historia protagonizada por el pato de voz ronca.
Pedro Ibáñez AVN 10/06/2014 15:18
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