Calles y avenidas cerradas, y un amplio despliegue de agentes se
seguridad anteceden hoy las protestas en la final de la Copa
Confederaciones entre Brasil y España en el estadio Maracaná.
Una veintena de arterias que se enlazan con el Maracaná fueron
cerradas, y se estableció un cordón de seguridad con barreras metálicas
en un radio de tres kilómetros en torno a la emblemática instalación
para evitar el ingreso de manifestantes, informaron voceros de la
prefectura de esta urbe.
La vasta operación policial comenzó a implementarse este domingo, y
entró en funcionamiento desde la 13:00 horas, cuando restan seis horas
para el inicio del partido entre los seleccionados de fútbol brasileño y
español.
Radioemisoras locales informaron que las personas con boletos para
esta final podrán utilizar tres estaciones del metro a fin de llegar
hasta el estadio, mientras los que se trasladen en autos deberán
estacionar los vehículos fuera del perímetro de seguridad.
Los ómnibus cuyas rutas pasen cerca del Maracaná deberán cambiar su
trayecto y sólo se permitirá acceso a la zona de tres kilómetros a los
estimados 70 mil asistentes a este choque.
La puertas de la edificación deportiva serán abiertas a l5:00 horas,
tres horas antes del inicio de este partido y mil 300 guardias,
contratados por la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA),
garantizarán la tranquilidad y el orden dentro del Maracaná.
Noticieros de canales de televisión señalaron que unos seis mil
policías fueron desplegados en los alrededores del estadio, y mostraron
imágenes de camiones del ejército que circulaban por esa zona.
Los comercios fueron cerrados y se espera la llegada en las próximas a
los alrededores del Maracaná de unas dos mil personas, que salieron de
la Plaza Saens Peña, en la zona norte de esta urbe.
Convocados por el Comité Popular de la Copa del Mundo y de las
olimpíadas de 2016, los protestantes rechazan el proceso de urbanización
de Rio para los mega-eventos, que incluyó el desalojo forzoso de
personas y la privatización de esa instalación deportiva.
Un grupo de estudiantes reunido en la Plaza Saens Peña mostró un
cartel con una inscripción que se leía “Da (el gobierno) a la Copa la
mano abierta, quiero más dinero para la salud y la educación”.
Prensa Latina
Fotos: Agencia Brasil
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