Caracas, 27 Nov. AVN.- Respeto,
hospitalidad y apoyo es lo que ha recibido la estudiante Angie Herández
desde que llegó al Colegio Universitario de Caracas, lugar donde cursa
el cuarto semestre de trabajo social.
"Me he caído y hasta golpeado con las paredes, pero ya me adapté y sigo con mi propósito", dijo durante su intervención en el encuentro con autoridades del sector universitario en la sede de la Opsu (Oficina de Planificación del Sector Universitario).
Hernández posee discapacidad visual, mas su condición no la ha limitado a conquistar un título universitario. Sus sueños están en aumento a medida que culmina cada semestre.
"En el primer semestre mis profesores no tenían la experiencia de trabajar con una persona que tuviera discapacidad visual completa, y ellos no me pasaron la materia ni nada, al contrario, me preguntaron cómo era mi método de lecto-escritura, para ayudarme a lograr la meta que me has tracé al comenzar la carrera", contó.
En aras de fomentar la igualdad de condiciones e impulsar su crecimiento, la joven recibió una computadora con el sistema braille, "y eso me ha ayudado a redactar mis trabajos, los profesores me evalúan oralmente, pero nunca es igual a que puedan ver cómo yo redacto un documento".
"Aunque soy ciega puedo ver lo que otros no captan", dijo al sostener que la vida se debe llevar con la mente en positivo, sin amedrentar al prójimo cuando es física o intelectualmente distinto. "Ya no se trata de decir ¡ay pobrecito!, porque no somos meno que los demás, nosotros podemos alcanzar todo lo que queramos, y una discapacidad no es limitante, es un motivo para luchar".
Casos como el de Angie Hernández, son prueba de que las personas con discapacidad tienen garantizado el acceso a la educación universitaria en Venezuela y que al igual que todo bachiller, consiguieron su cupo por medio de la Opsu y en ocasiones el examen interno que aplican las universidades.
"Estamos trabajando para que cada vez sean más las personas con discapacidad que se integren a la educación universitaria, porque ellos son ciudadanos que necesitan de nuestro apoyo y colaboración. Sus derechos están en la Constitución Nacional y queremos hacerlos cumplir", sostuvo Lucía Pestana, miembro de la Dirección General de Ingreso a la Educación Universitaria y Desempeño Estudiantil.
Darles el lugar que corresponde dentro de la sociedad actual venezolana, a quienes por algún accidente o de manera congénita poseen alguna discapacidad "es una deuda histórica que tenemos y estamos pagándola. A través de la Opsu ingresa anualmente un 1% de la población a las universidades y ese porcentaje puede incrementar en la medida que haya mayor demanda".
"Las universidades deben adaptarse para atender a esta población, y desde el Estado nos encontramos en la planificación de un proyecto de accesibilidad que tiene que ver con la adecuación de las plantas físicas, a modo que los estudiantes no tengan inconvenientes al trasladarse dentro la universidad", detalló Pestana.
Requisitos
Para que una persona con discapacidad pueda ingresar a la universidad debe estar certificado por el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis), registrarse en la página web de la Opsu y completar los datos en la planilla de solicitud, a fin de que especifique cuál es su condición física y aspiraciones profesionales.
"Es necesario que tanto docentes, como trabajadores de las diferentes casas de estudio del país que nos sensibilicemos con este tema porque se trata de darle un protagonismo a quienes fueron excluidos por décadas y vivían a la sombra de la sociedad", enfatizó.
Pestana hizo un llamado a las casas de estudio universitario en el país para que notifiquen al ente rector la cantidad de alumnos con discapacidad que tienen en su matrícula, "especifiquen en qué condición se encuentra para así llevar un control y continuar ofreciendo más beneficios".
"Me he caído y hasta golpeado con las paredes, pero ya me adapté y sigo con mi propósito", dijo durante su intervención en el encuentro con autoridades del sector universitario en la sede de la Opsu (Oficina de Planificación del Sector Universitario).
Hernández posee discapacidad visual, mas su condición no la ha limitado a conquistar un título universitario. Sus sueños están en aumento a medida que culmina cada semestre.
"En el primer semestre mis profesores no tenían la experiencia de trabajar con una persona que tuviera discapacidad visual completa, y ellos no me pasaron la materia ni nada, al contrario, me preguntaron cómo era mi método de lecto-escritura, para ayudarme a lograr la meta que me has tracé al comenzar la carrera", contó.
En aras de fomentar la igualdad de condiciones e impulsar su crecimiento, la joven recibió una computadora con el sistema braille, "y eso me ha ayudado a redactar mis trabajos, los profesores me evalúan oralmente, pero nunca es igual a que puedan ver cómo yo redacto un documento".
"Aunque soy ciega puedo ver lo que otros no captan", dijo al sostener que la vida se debe llevar con la mente en positivo, sin amedrentar al prójimo cuando es física o intelectualmente distinto. "Ya no se trata de decir ¡ay pobrecito!, porque no somos meno que los demás, nosotros podemos alcanzar todo lo que queramos, y una discapacidad no es limitante, es un motivo para luchar".
Casos como el de Angie Hernández, son prueba de que las personas con discapacidad tienen garantizado el acceso a la educación universitaria en Venezuela y que al igual que todo bachiller, consiguieron su cupo por medio de la Opsu y en ocasiones el examen interno que aplican las universidades.
"Estamos trabajando para que cada vez sean más las personas con discapacidad que se integren a la educación universitaria, porque ellos son ciudadanos que necesitan de nuestro apoyo y colaboración. Sus derechos están en la Constitución Nacional y queremos hacerlos cumplir", sostuvo Lucía Pestana, miembro de la Dirección General de Ingreso a la Educación Universitaria y Desempeño Estudiantil.
Darles el lugar que corresponde dentro de la sociedad actual venezolana, a quienes por algún accidente o de manera congénita poseen alguna discapacidad "es una deuda histórica que tenemos y estamos pagándola. A través de la Opsu ingresa anualmente un 1% de la población a las universidades y ese porcentaje puede incrementar en la medida que haya mayor demanda".
"Las universidades deben adaptarse para atender a esta población, y desde el Estado nos encontramos en la planificación de un proyecto de accesibilidad que tiene que ver con la adecuación de las plantas físicas, a modo que los estudiantes no tengan inconvenientes al trasladarse dentro la universidad", detalló Pestana.
Requisitos
Para que una persona con discapacidad pueda ingresar a la universidad debe estar certificado por el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis), registrarse en la página web de la Opsu y completar los datos en la planilla de solicitud, a fin de que especifique cuál es su condición física y aspiraciones profesionales.
"Es necesario que tanto docentes, como trabajadores de las diferentes casas de estudio del país que nos sensibilicemos con este tema porque se trata de darle un protagonismo a quienes fueron excluidos por décadas y vivían a la sombra de la sociedad", enfatizó.
Pestana hizo un llamado a las casas de estudio universitario en el país para que notifiquen al ente rector la cantidad de alumnos con discapacidad que tienen en su matrícula, "especifiquen en qué condición se encuentra para así llevar un control y continuar ofreciendo más beneficios".
AVN
27/11/2013 16:08
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