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Caracas, 22 Nov. AVN.- El próximo domingo
24 de noviembre, 5,3 millones de hondureños están convocados a las urnas
para elegir al nuevo presidente de esa nación, que asumirá el destino
de Honduras a partir del 27 de enero de 2014.
Los candidatos presidenciales para estos comicios son: Xiomara Castro, Partido Libertad y Refundación (Libre); Andrés Pavón, de la alianza Unificación Democrática-Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (UD-FAPER); Jorge Aguilar, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD); Orle Solís, por el Partido Democracia Cristiana; Romeo Vásquez, de la Alianza Patriótica; Mauricio Villeda, del Partido Liberal; Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional; y Salvador Nasralla, creador del Partido Anti Corrupción (PAC).
El próximo mandatario de Honduras tiene tres retos principales: acabar con la violencia en el país, en su mayoría vinculada con el narcotráfico; resolver el conflicto por el derecho a las tierras que tienen miles de campesinos de ese país centroamericano con terratenientes, y levantar a la nación de la debacle económica.
Violencia y narcotráfico
El Programa de Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (PNUD) ha informado que Honduras ocupa el primer lugar en tasa de homicidios en América Latina.
En el Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) 2013-2014, el PNUD señala que en Honduras se cometen 77.5 homicidios por cada 100.000 habitantes, por encima de México, con 23.8, y Brasil, con 15.5.
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reveló en julio pasado que más de 21.000 niños hondureños quedan huérfanos anualmente como consecuencia de la violencia existente en el país.
La violencia está vinculada principalmente con el narcotráfico. Se estima que por Honduras transita el 80 % de la droga que tiene como destino Estados Unidos, el mayor consumidor de sustancias ilícitas en el mundo.
Conflicto por la tierra
El próximo mandatario hondureño se tendrá que enfrentar al conflicto entre campesinos y terratenientes en el Valle del Aguán, que ha dejado a más de 130 muertos en los útlimos cuatro años.
Los miembros del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (Muca) han pedido, en vísperas de los comicios, que el futuro gobernante cumpla con los acuerdos firmados con el presidente Porfirio Lobo en abril del 2010 para solventar el sangriento conflicto.
"El próximo Gobierno lo que tiene que hacer es cumplir con los acuerdos y retirar a los militares de la zona", afirmó el portavoz del Muca, Vitalino Alvarez.
En el acuerdo firmado en abril de 2010, Lobo se comprometió a comprar 11.000 hectáreas de tierra cultivadas de palma africana al terrateniente Miguel Facussé, para entregarlas a los campesinos y ejecutar proyectos de educación, salud y vivienda.
Durante el gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), los campesinos lograron la emisión de un decreto que les garantizaba el traspaso de las parcelas propiedad de latifundistas, pero tras el golpe de Estado a Zelaya este decreto fue anulado.
El conflicto entre campesinos y terratenientes estalló a fines del 2009 cuando familias campesinas tomaron cerca de 7.300 hectáreas en el Valle del Aguán.
Economía
A estos tres retos antes mencionados, se le suma el tema económico, puesto que Honduras cerrará 2013 con su peor resultado en el último cuatrienio y el 70 % de la población sumida en la pobreza.
Este país centroamericano enfrenta un déficit fiscal que al cerrar diciembre se prevé que estará entre un 6 % y 8 %, de acuerdo con la Secretaría de Finanzas.
Los candidatos presidenciales para estos comicios son: Xiomara Castro, Partido Libertad y Refundación (Libre); Andrés Pavón, de la alianza Unificación Democrática-Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (UD-FAPER); Jorge Aguilar, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD); Orle Solís, por el Partido Democracia Cristiana; Romeo Vásquez, de la Alianza Patriótica; Mauricio Villeda, del Partido Liberal; Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional; y Salvador Nasralla, creador del Partido Anti Corrupción (PAC).
El próximo mandatario de Honduras tiene tres retos principales: acabar con la violencia en el país, en su mayoría vinculada con el narcotráfico; resolver el conflicto por el derecho a las tierras que tienen miles de campesinos de ese país centroamericano con terratenientes, y levantar a la nación de la debacle económica.
Violencia y narcotráfico
El Programa de Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (PNUD) ha informado que Honduras ocupa el primer lugar en tasa de homicidios en América Latina.
En el Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) 2013-2014, el PNUD señala que en Honduras se cometen 77.5 homicidios por cada 100.000 habitantes, por encima de México, con 23.8, y Brasil, con 15.5.
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reveló en julio pasado que más de 21.000 niños hondureños quedan huérfanos anualmente como consecuencia de la violencia existente en el país.
La violencia está vinculada principalmente con el narcotráfico. Se estima que por Honduras transita el 80 % de la droga que tiene como destino Estados Unidos, el mayor consumidor de sustancias ilícitas en el mundo.
Conflicto por la tierra
El próximo mandatario hondureño se tendrá que enfrentar al conflicto entre campesinos y terratenientes en el Valle del Aguán, que ha dejado a más de 130 muertos en los útlimos cuatro años.
Los miembros del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (Muca) han pedido, en vísperas de los comicios, que el futuro gobernante cumpla con los acuerdos firmados con el presidente Porfirio Lobo en abril del 2010 para solventar el sangriento conflicto.
"El próximo Gobierno lo que tiene que hacer es cumplir con los acuerdos y retirar a los militares de la zona", afirmó el portavoz del Muca, Vitalino Alvarez.
En el acuerdo firmado en abril de 2010, Lobo se comprometió a comprar 11.000 hectáreas de tierra cultivadas de palma africana al terrateniente Miguel Facussé, para entregarlas a los campesinos y ejecutar proyectos de educación, salud y vivienda.
Durante el gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), los campesinos lograron la emisión de un decreto que les garantizaba el traspaso de las parcelas propiedad de latifundistas, pero tras el golpe de Estado a Zelaya este decreto fue anulado.
El conflicto entre campesinos y terratenientes estalló a fines del 2009 cuando familias campesinas tomaron cerca de 7.300 hectáreas en el Valle del Aguán.
Economía
A estos tres retos antes mencionados, se le suma el tema económico, puesto que Honduras cerrará 2013 con su peor resultado en el último cuatrienio y el 70 % de la población sumida en la pobreza.
Este país centroamericano enfrenta un déficit fiscal que al cerrar diciembre se prevé que estará entre un 6 % y 8 %, de acuerdo con la Secretaría de Finanzas.
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